Perfil de usuario/a

Kathy Javier

Resumen biográfico

A veces, pequeños cambios en nuestras costumbres pueden llegar a significar grandes diferencias en nuestro día a día. Por poner un ejemplo, elegir productos bajos en grasa como la leche descremada o comer fruta en vez de tomarla en zumos. Emplear aerosoles antiadherentes en sartenes y parrillas en lugar de aceite te ayudará a consumir menos grasa y además te facilitará su limpieza posterior. También puedes usarlo para engrasar la bandeja del horno. Incorpora una amplia variedad de vegetales de diferentes colores para darle brillo a tu comida. La mayoría de las vegetales son una fuente de nutrientes bajos en calorías y una buena fuente de fibra. Elegir ingredientes saludables es solo el inicio. La manera en que cocinas tus alimentos es de vital relevancia para desarrollar un sabor agradable mientras mantienes las grasas bajo control. Las técnicas de cocción más saludables son hornear, al papillot, asar a la parrilla, cocinar al vapor y asar. No tomes productos artificiales. Procura evitar el consumo de grasas hidrogenadas y los colorantes, edulcorantes y conservantes artificiales, en tanto que pueden afectar de forma negativa a tu organismo. Consume granos y cereales integrales siempre que puedas. Son altos en fibra, por lo que te sientes más lleno a lo largo de más tiempo y son mucho mejores para tu salud intestinal. Emplea harina integral en lugar de harina blanca. Elige panes, galletas y cereales que contengan trigo, avena o bien cereales integrales. Añade granos como la cebada y el arroz integral a las sopas y guisos. Cocinar la comida ya antes es una de las formas de comer sano y ahorrar. Necesitarás los recipientes adecuados para evitar quemaduras por congelación y etiquetarlos claramente para poder identificarlos sencillamente en las próximas semanas. Al principio, esta preparación puede requerir un poco más de trabajo, pero será un gran ahorro de tiempo a lo largo de una semana ajetreada.

RECETAS FACILES DE HACER