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Esterly Valencia

Resumen biográfico

Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden llegar a significar una gran diferencia en nuestro estilo de vida. Por poner un ejemplo, elegir productos bajos en grasa como la leche desnatada o bien comer fruta en vez de beberla. Come cuando menos cinco porciones al día de frutas y verduras de temporada. Un buen hábito puede ser llenar la mitad del plato con vegetales tanto en el almuerzo como en la cena. Para tener una mejor digestión es recomendable comer lentamente y masticar apropiadamente el alimento. Así, te sentirás lleno antes de comer en exceso y te ayudará a reducir las calorías ingeridas. El ejercicio físico es tan importante como la ingesta de alimentos para lograr tener un estilo de vida sana. Intenta que al menos la mitad de los componentes de tus comidas sean de origen vegetal. Las verduras se pueden comer en cantidades ilimitadas y pueden completar fácilmente un plato haciendo que el alimento parezca más grande. Si vas a tomar un postre, tómalo al menos una hora tras la comida primordial a fin de que tu organismo se encargue primero de lo que ha comido. Preparar la comida antes es una de las maneras de comer sano y ahorrar. Precisarás de los recipientes adecuados para eludir quemaduras por congelación y etiquetarlos meridianamente para poder identificarlos fácilmente en las próximas semanas. Al principio, esta preparación puede requerir un poco más de trabajo, pero puede ser un enorme ahorro de tiempo a lo largo de una semana ajetreada.

UNA ALIMENTACION SANA