Avelina Gale
Resumen biográfico |
Si seguimos unas normas elementales podemos conseguir una alimentación más saludable. Entre las más importantes podemos señalar: comer más vegetales y frutas, no tomar bebidas gaseosas y eliminar la cantidad de hidratos de carbono procesados que comemos. Son fáciles de seguir y de rememorar. Consume por lo menos 5 porciones al día de frutas y verduras de temporada. Un buen hábito puede ser ocupar la mitad del plato con vegetales tanto en el almuerzo como en la cena. Toma las resoluciones correctas al adquirir comestibles. Presta atención a los nutrientes importantes para comprender la etiqueta de información nutricional y todos los datos que nos aporta. Existen frutas y verduras que cubren todos los colores del arcoíris. La elección de los productos, desde el colorado al violeta, asegura un plato bonito repleto de comestibles poco procesados. Además de esto, cada tono de color es un código de la naturaleza sobre los nutrientes que aporta al organismo y que ayudan al cuerpo a funcionar mejor. Comer cada cuatro horas le deja a tu cuerpo ser alimentado sin crear el impulso de comer en exceso, lo que puede pasar cuando permites que pase demasiado tiempo entre una comida y otra. Habitúate a tomar café y té sin azúcar y agua en lugar de refrescos. Usa leche con el café, limones y menta con el té y pepinos y cubitos de hielo con el agua para facilitar la transición. Cocinar la comida antes es una de las formas de comer sano y ahorrar. Necesitarás los recipientes adecuados para eludir quemaduras por congelación y etiquetarlos claramente para poder identificarlos de manera fácil en las próximas semanas. Al principio, esta preparación puede requerir un tanto más de trabajo, pero será un gran ahorro de tiempo durante una semana ajetreada. |